Una de las actividades obligadas en Rio es el Pão de Açúcar. Las vistas que se consiguen son espectaculares, aun mejores que desde el Corcovado, en mi opinión, ya que tenemos de frente a la ciudad entera. Además es un paseo muy completo, que ofrece mucho más de lo que en general se sabe.
El paseo comienza en la base de Playa Vermelha, donde se toma el funicular hasta el primer nivel, una roca gigante de 220 metros de altura, que se llama Morro de Urca.
Demás está aclarar, que todo el sistema que transporta a los visitantes es de última tecnología, rapidísimos y super seguros. Cada funicular, o bondinho, como se llaman ahí, puede subir a 65 pasajeros por vez.
En un par de minutos recorre los 538 metros de distancia, y se llega entonces a la base del Morro de Urca, donde tenemos la primer parada, y ya se pueden apreciar las vistas, donde además hay una muestra de cómo fue construido y montado todo el sistema elevador en sus principios, y cómo fue evolucionando hasta la actualidad. Hay un anfiteatro que tiene una pantalla gigante donde cuentan la historia del Pan de Azucar y muchas cosas de Rio.
En este nivel, además, hay un recorrido que se llama «Camino Verde», donde nos podemos perder por senderos entre un paisaje selvático, entre los pequeños monos que aparecen todo el tiempo.
Hay también una plaza que se llama Bahía de Guanabara, donde hay varios restaurantes, bares y tiendas.
Es aquí, donde también tenemos la posibilidad de hacer un vuelo en helicóptero, desde el helipuerto de la Base 2. Si mal no recuerdo, el precio partía en unos R$700 por persona.
Todo este nivel se recorre casi por completo para llegar a la siguiente parada del bondinho, para hacer la siguiente subida hasta los 396 metros, hacia el Pao de Açucar.
Este morro tiene un área para circular mucho menor a la anterior, pero de todas formas podemos encontrar bares y tiendas. La vista es realmente espectacular:

Información general
El precio de los boletos es de R$80 para adultos; de 6 a 21 años R$40, menores a 6 gratuito. Hay descuentos para adultos mayores a 60 años, y estudiantes. Consultar en www.bondinho.com.br/site/es/precios-y-horarios/. Se pueden comprar vía web o allí mismo, en las taquillas, que está abiertas de 8 a 19.50. La ventaja de comprarlas en boletería, es que podemos elegir el día sabiendo las condiciones climáticas del mismo, ya que en un día lluvioso no se podrá aprovechar plenamente. Lo malo, es que pueden hacerse filas bastante largas. Por supuesto que aceptan tarjetas y efectivo.
Toda la visita puede durar como mínimo unas 2-3 horas. Seguramente hay quienes se queden mucho más tiempo, porque realmente hay mucho para ver y recorrer.
Se puede subir desde las 8 de la mañana, y la última bajada es a las 21 horas. Es muy recomendable ir por la tarde, para ver todo de día, quedarse a ver la puesta del sol detrás del Cristo, y luego la ciudad de noche. Es una experiencia espectacular.
Los viajes de los bondinhos son cada 20 minutos, o en cuanto se llenen en su capacidad.
Para llegar hasta Playa Vermelha, hay varias opciones de buses, desde el centro de la Ciudad, corresponde la Línea 107. Desde Copacabana, Ipanema, Leblon y Gávea, es la Línea Circular 2.
Quienes tengan auto, pueden estacionar en un parking bastante grande que hay en la base, gratuito hasta la última vez que fui.
Toda esta información la pueden chequear en la web oficial www.bondinho.com.br.
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