Hace un par de meses se inauguró en el World Trade Center, la última de sus construcciones, llamada Oculus. Representa un ave abriendo las alas, en el renacer del ”Ground Zero”, tras los atentados del 2001. Es una estación de metro, que conecta el PATH (el subterráneo que une Manhattan con New Jersey), pero además funciona como conexión subterránea entre los edificios del WTC, y también es un enorme e increíble centro comercial.
Cuando fuimos en marzo, se había hecho recientemente una pre- inauguración, ya que estaban todavía finalizando algunos detalles de la parte del centro comercial.

Cuando fuimos al mirador de la torre One World, salimos por abajo del Oculus, en la parte que es estación de metro.

Ahora en nuestra visita en septiembre, ya estaba abierto en todas sus partes, y nos llevamos una sorpresa al entrar, porque es una obra impresionante, de la que sabíamos poco. Estar adentro de ese lugar tan enorme, bajo la cúpula y el techo vidriado, con sus formas tan características y raras a la vez, es una experiencia genial.

Tiene dos pisos de locales, en los que se incluyen un Apple Store y grandes marcas de ropa. En los extremos, tiene unos balcones “suspendidos”, ideales para quedarse a contemplar y sacar miles de fotos.

Si bien esta obra de Santiago Calatrava es controversial para algunos, ya que costó 4 mil millones de dólares, o sea, más del doble del presupuesto inicial, y tardó 12 años en terminarse, para mí es genial. Es algo muy único y majestuoso, que puede gustar más o menos, pero creo que se está transformando en un nuevo icono de Nueva York, y que al igual que la Zona 0 y sus fuentes, o el museo del 9-11, no podemos dejar de visitar.
Dejo un par de imágenes mas para que se hagan una idea






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